Habíamos seleccionado hotel para una convención de 3 días. Teníamos la temática acordada con el cliente, los speakers en proceso de contratación y las dinámicas a punto de entrar en producción. Y de pronto, el mundo se paró. Llegó la pandemia y mientras todos estaban encerrados con pánico, nuestro cliente tuvo que adaptar toda su operación para operar con extremas medidas de seguridad.
En plena emergencia, los trabajadores esenciales de las gasolineras y shops enfrentaban desafíos impensados a diario y la facturación, con las altas restricciones a la circulación, cayeron en picada. Un cocktail explosivo para el negocio, que hizo reaccionar rápidamente al CEO de Primax Ecuador y convocarnos a reinventar la Convención, ahora virtual, con contenidos ajustados al contexto de emergencia que vivíamos.
En pocos días equipamos a los gerentes de estaciones con el equipamiento tecnológico imprescindible, habilitamos nuevos canales e inauguramos la era digital de Primax Ecuador de manera intensiva. Incluímos en la formación habilidades virtuales, comunicamos nuevos protocolos de atención y dimos mucha contención a esos trabajadores esenciales que le pusieron el cuerpo ininterrumpidamentes a la pandemia.
